El planeta Bielorrusia


Desde que conformaba la Comunidad de los Estados Independientes, Bielorrusia siempre ha integrado el clan de los países que lideran la gimnasia rítmica mundial. Luego de la disolución del bloque comunista, Larissa Loukianenko (video), Olga Gontar (video) y Tatiana Ogrizko (video) fueron las mujeres con la tarea de defender el territorio que, en la antigüedad, se conocía como la Rusia Blanca.

Sin embargo, para entonces, las ucranianas, de la mano de Timochenko y Skaldina (entre 1992 y 1994) y Ekaterina Serebranskaya y Elena Vitrichenko (oro y bronce, respectivamente, en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996) eran quienes aspiraban a los títulos. 

A partir de 1998, con el paso de la rusa Alina Kabaeva a la categoría senior, la pelea por las medallas se volvió un desafío difícil para el resto de las naciones. Incluso, también lo fue para sus mismas compañeras, quienes se vieron desplazadas por la pequeña gimnasta de origen uzbeko, que prometía romper con todos los récords que, hasta entonces, se habían registrados en la historia de la actividad.

La primera que pudo hacerle sombra a Kabaeva fue la bielorrusa Youlia Raskina. Aunque no logró desplazarla (sólo le ganó en los Olímpicos de Sydney 2000 por el insólito error de Kanaeva) significó por años, un dolor de cabeza para Rusia. Y no olvidemos de sus compañeras Eugenia Pavlina (video) y Valerya Vatkina (video) que, aunque no llegaron a la cima del éxito, mantuvieron siempre el equipo entre las primeras posiciones.  

Desde el surgimiento de Raskina, en la rítmica de la República de Belarús no pararon de surgir talentos. Cuando la medallista olímpica debió retirarse de las pistas, en 2003, por una grave lesión de rodilla, ya se asomaba Inna Zhukova. Su proceso fue largo, pero eficaz. Inna trazó un camino a base de trabajo, de autosuperación, y no fue tarea fácil que le reconozcan su talento. Sin embargo, cerró su carrera con la mejor de las coronas: escoltó a Evgeniya Kanaeva en los Juegos de Beijín 2008, y se colgó una plata olímpica sin haberse consagrado en un mundial.

Mientras Zhukova debutaba en mayores - allá por el año 2001 - la entrenadora de la selección, Irina Leparskaya, perfeccionaba un conjunto de talentos, entre los que se destacaban dos promesas: Valerya Kurylskaya y Liubov Charkashyna. A pesar de que Kurilskaya era la favorita para suceder los lugares de Raskina y Zhukova, la gimnasta no superó su era adolescente y fue desplazada del equipo oficial a fines de 2006. Sin dudas, una de las pérdidas más grandes para el país, ya que, en la actualidad, sería la única "no rusa" que podría pelearle una batalla a Kanaeva. Quien hizo una historia diferente fue Liubov Charkashyna. Luego de muchos años de roce internacional, "Luba" consiguió en 2011 dos medallas de oro (pelota y mazas) en el campeonato de Europa de Minsk, y un bronce en pelota en el Mundial de Montpellier. Charkashyna cuenta con la madurez y la experiencia, pero en su "team" está rodeada de talento y juventud. Melitina Staniouta es quien le rompió los esquemas tras el retiro de Zhukova. La joven, de 17 años, es corporalmente superior y capaz de nivelar el grado de dificultades que sus eternas rivales, las rusas, ejecutan en sus performances. En su primer año de Mayor, Melitina se quedó con el bronce en la final de aro del Mundial de Japón 2009 y, al año siguiente, fue tercera en el all around del Mundial de Moscú, detrás de Kanaeva y Kondakova. Esta temporada suena como una de las candidatas a subirse al en los Juegos de Londres.

Junto a Staniouta viene Aliaksandra Narkevich, atleta con la materia prima óptima para lograr la perfección en una gimnasta. Y más abajo, Arina Charopa, subcampeona olímpica juvenil en Singapur 2010, que acaba de arribar a la categoría de las mayores. Arina es otra de las promesas que cuenta con la estructura física para llegar al máximo nivel de la técnica.  

Entre las juveniles, se destacan Elena Bolotina (video), Katsiaryna Halinka (video) y María Kadobina (video) Pese a su todavía aspecto de niñas, la elegancia y la excelencia de sus ejecuciones ya las posesionan entre las favoritas del semillero. Tantas son las pequeñas con condiciones que, quienes dirigen el equipo nacional, hasta pudieron darse el gusto de derivar al seleccionado de conjunto a la adorable Nataliya Leschyk (video),.

El estilo de Bielorrusa se ha convertido en el favorito de muchos de los aficionados al deporte. Es que, su evolución, ha logrado combinar la técnica que caracteriza a las rusas, y el arte que, históricamente, representó a la escuela búlgara.

Youlia Raskina, Europeo de Budapest 1999


Youlia Raskina, Sevilla Masters 1998


Inna Zhukova, Aeon Cup 2006


Valeria Kurylskaya, World Cup Baku 2005


Liubov Charkashyna, Mundial de Montpellier 2011


Melitina Staniouta, Mundial de Montpellier 2011


Alexandra Narkevich, Deriugina Cup 2011


Arina Charopa, Deriugina Cup 2011


Fotomontaje // De izquierda a derecha: Inna Zhukova, Youlia Raskina, Melitina Staniouta, Liubov Charkashyna y Larissa Loukianenko.

2 comentarios:

Nextel dijo...

Anahi, sabes que paso con la junior Natalia Leschyk? no la vi competir mas en el 2011 - y creo que era una de las mejores en del equipo junior...

Anahí Sosa dijo...

Nextel, justamente en el informe me refiero a Nataliya Leschyk y el lujo que se pueden dar las técnicas de Bielorruisia de meterla en el conjunto, gracias a que tienen tantas niñas talentosas que pertenecen al equipo individual. Por cierto, esta temporada Narkevick también forma parte del conjunto... Ya desearíamos nosotros tener tanta variedad de gimnastas para distribuir entre grupo e individual y, así, tener equipos completos y exitosos. Saludos.