Kanaeva es humana. Sí, y lo demostró este fin de semana, en el marco del Grand Prix de Moscú, el primer choque de profesionales que se asoma, cada año, en el calendario oficial de la FIG.
El 2012 será una temporada difícil de llevar para todas las gimnastas que ya son olímpicas. En especial para Kanaeva, la mujer que, desde hace cuatro años, domina el planeta de la rítmica (ganó en Beijín, ganó el Mundial de 2009/2010/2011, y acumula casi 20 oros en europeos). Esta rusa, de 20 años, es, además, la única que sobrevive de aquel podium de los Juegos de 2008, que completaron la bielorrusa Inna Zhukova y la ucraniana Anna Bessonova, respectivamente. Su tarea es defender el título. Y es la misma Evgeniya quien lo siente de esa manera. Tiene todo para lograrlo: talento, carisma, técnica, experiencia. Sólo tendrá que luchar con el fantasma de la presión que, inconscientemente, es capaz de desmoronar el trabajo que por años se apuntó con miras a alcanzar un objetivo.
Kanaeva presentó en Mocsú un programa renovado -como siempre-. Nuevos ejercicios, nuevos estilos y técnicas innovadoras, de máxima dificultad, que le jugaron una mala pasada y la desplazaron a la segunda posición: un fallo (grande) con pelota, y uno mediano con cinta, ayudaron a que su compañera Daria Kondakova, se consagre como la reina del torneo.
Kondakova, menos arriesgada, (sólo cambió dos rutinas) es la otra rusa que pisa fuerte de cara a Londres. Pero todavía debe ganarse el lugar. Dentrás de ella está Daria Dimitrieva, quien fue tercera, y la joven Alexandra Merkulova (fue cuarta) que, pese a su inmadurez e inexperiencia, es la niña prodigio de quien toma las decisiones en Rusia: Irina Viner.
Fue en el quinto y en el sexto lugar donde estuvo lo más atractivo. La búlgara Silviya Miteva y la bielorrusa Melitina Staniouta demostraron que están bien afiladas y que prometen dar una fuerte pelea olímpica. Para muchos está escrito que la medalla a disputarse en Londres es el bronce, ¡pero guarda!, que lo mismo se vaticinó en Beijin, donde Zhukova dio la sorpresa, y donde se la vio a Olga Kapranova detrás de bambalinas durante la premiación.
Séptima fue la tercera del mundo, Aliya Garayeva, de Azerbaiján, quien estuvo errática y con grandes dificultades a la hora de la ejecución. Octava , la israelí Neta Rivkin, revelación en el Mundial de Montpellier (histórico bronce en aro) y novena, Margarita Mamun, la talentosa gimnasta que Viner rescató de Bangladesh, y que grandes satisfacciones podría darle a Rusia si continúa recibiendo esta clase de oportunidades.
Evgeniya Kanaeva, pelota
Evgeniya Kanaeva, mazas
Evgeniya Kanaeva, cinta
Alexandra Merkulova, pelota
Melitina Staniouta, aro
Melitina Staniouta, pelota
Margarita Mamun, pelota
Silviya Miteva, pelota
Silviya Miteva, mazas
Daria Kondakova, pelota
Daria Kondakova, mazas
Delphine Ledoux, pelota
Neta Rivkin, aro