Un mes para Beijing

Luego de Atenas 2004 la rusa Olga Kapranova comenzó a conquistar los podios de la rítmica internacional y le sucedió a Alina Kabaeva, el título mundial en Bakú 2005. El nombre de esta gimnasta de de piernas largas y flexibilidad extrema, ya sonaba como oro olímpico "casi seguro"en Beijing 2008. Al año siguiente, su compatriota Vera Sessina gana el Campeonato europeo, nivela a Kapranova y ambas se reparten los primeros puestos en los circuitos de Grand Prix.

En el 2007 regresa Kabaeva y muchos apostaban a que ganaría el mundial de Patras ese año. Luego de ver su pésimas condiciones físicas todas las cartas se volcaron en Sessina y Kapranova que asentaban brillantes condiciones técnicas. Mientras, la ucraniana Anna Bessonova seguía siendo la favorita del público y continuaba su lucha de gladiadora contra evaluaciones subjetivas de un jurado extremadamente exigente ante su trabajo. En el Campeonato del mundo Kapranova falló, Sessina no brillo y Bessonova se quedó con el oro. La ucraniana hizo estallar de lágrimas a miles de espectadores y le rompió los esquemas al equipo ruso que tan seguro iba a la conquista por la presea mas codiciada.

En el 2008 Evgenia Kanaeva, una nueva estrella rusa, pega el gran salto y se impone delante de sus dos compatriotas. Sessina pierde su puesto a nivel nacional y que queda excluida del equipo olímpico que representará a Rusia.

Hoy faltan solo 30 días para el inicio de los Juegos Olímpicos de Beijing, y Evgenia Kanaeva es la gran favorita para convertirse en la sucesora de Alina Kabaeva.