
Por la mañana, cuando abrís los ojos, te tiemblan los músculos por el esfuerzo y la entrega del día anterior.
Muchas veces, antes de levantarte pensás en quedarte y no ir a entrenar. Creés utópica la posibilidad de superar las contracturas y el cansancio. Pese a todo, la fuerza de voluntad de una gimnasta, el amor que tiene por lo que hace, es mas fuerte que cualquier fatiga y...